El pasado invierno hice «incursión» en Noruega, el país nórdico que por su etimología se define como «el camino del norte». Noruega tiene rincones espectaculares que la nieve me mostró con especial belleza. Algunos de esos lugares son el Museo de Folklore Noruego y el Parque de Vigeland. Visité todo lo que el tiempo me permitió, (pues solo fuí cinco días) y entre ellos está el Vikingskipshuset. Tenía muchas ganas de escribir sobre el Museo de Barcos vikingos de Oslo, y la falta de tiempo, me lo ha puesto difícil, ¡hasta ahora!. He sacado un hueco para ello y así comenzar la temporada en Shamanrites. Voy a contaros muchas cosas sobre los hallazgos de los tres barcos vikingos mejor conservados del mundo. Y además de eso, el conocimiento que supuso acerca de las creencias espirituales de los vikingos.
Barcos vikingos en la mitología nórdica
Un lugar como es el Museo de Barcos Vikingos de Oslo es uno de los más inspiradores que he visitado. A pesar de no ser muy grande, la estructura del edificio y los artefactos que aquí podemos encontrar además de los tres barcos expuestos invitan a reflexión y nos transmiten todo el poder y misticismo que simbolizaban para los vikingos. No pude evitar que mi mente pensara en esos antiguos escritos donde se relatan historias de barcos vikingos y en especial el mítico barco Skíðblaðnir: el precioso regalo de Loki hacia Frey como símbolo de disculpa por haber robado el cabello rubio de la diosa Sif mientras dormía.
Skíðblaðnir
Este barco aparece en la mitología nórdica como fruto del trabajo de Dvalin, Brok y Eitri (enanos hijos de Ivaldi) como una nave vikinga de grandes dimensiones, tales que todos los Ases pueden viajar en él con sus armas. Skíðblaðnir nunca se hunde, supera la tormenta y no encalla nunca pues sagrada es su naturaleza y en cuanto despliega la vela, el viento lo favorece. Este gran barco que viaja por los mares, cuando nadie lo utiliza puede ser doblado y llevado en una bolsa porque está formado por numerosas piezas: es una excelente obra de ingeniería.
Naglfari
En esta ocasión encontramos que los textos mitológicos nórdicos nos cuentan que existe una nave formada por las uñas de los muertos y que se encuentra en el Muspell. Su nombre es Naglfari y su destino final está en el Ragnarok, durante el cuál será libre gracias a una inundación para así navegar en dirección al campo de batalla. El gigante Ymir y su ejercito de Jotuns serán los que naveguen este barco creando el caos y enfrentándose a los dioses. Esto significará el fin de una era, la última y definitiva guerra. Tras estos acontecimientos nacerá del mar un nuevo mundo.
Los Barcos Vikingos del Museo de Oslo
El barco de Oseberg
Corre el año 834 y dos mujeres de alto rango han fallecido. Es probable que sean líderes políticos o religiosos. Para honrar sus muertes, se celebra un funeral digno de su posición social como demuestra el uso de un gran barco para su viaje al otro mundo. Una cámara funeraria fue construida justo detrás del mástil del barco de Oseberg y sus paredes se decoraron con un tapiz tejido. En la cámara se habían depositado los cuerpos de las dos mujeres, sobre camas con sus correspondientes sábanas. Además, se realizaron muchas ofrendas fúnebres, entre las que encontraremos:
- Material agrícola
- Utensilios de cocina
- Equipo para el barco
- Un carro
- Cuatro trineos
- Ropa, calzado y peines
- Dos vacas
- Un tapete tejido a mano
- Quince caballos
- Seis perros
- Cinco camas
- Cinco cabezas zoomorfas talladas en madera.
En cuanto a las dos mujeres, sabemos que la edad de una de ellas estaba comprendida entre setenta y ochenta años y probablemente murió de cáncer. La otra mujer tenía alrededor de cincuenta años y la causa de la muerte se desconoce. Algunas teorías apuntan a que estas dos mujeres podrían haber sido parientes o quizás la más joven de ellas fue sacrificada para acompañar a la anciana.
El barco de Oseberg se ha conservado muy bien, gracias a la protección que la tierra y la hierba ejercieron sobre él en el montículo donde apareció enterrado.
Las cabezas animales
En el Museo de Barcos Vikingos podemos contemplar cuatro de las cinco cabezas encontradas en el enterramiento de Oseberg. La que no está expuesta es por razones de mantenimiento: se encuentra demasiado deteriorada para ello y está guardada en el depósito del museo.
En realidad no se conoce la función exacta de estas cabezas. Sabemos que en la base del cuello tiene un mango de unos 50cm aprox. por lo que podemos imaginar, podrían haber servido como elementos decorativos de un trono o para las paredes exteriores de una casa.
Las cabezas de animales están talladas en madera: cuatro fueron enterradas en la cámara funeraria y la quinta se colocó en la cubierta delantera. Todas fueron atadas con una cuerda por la boca y una de ellas actuaba como una rienda para las demás.
El tallado de estas cabezas animales debió ser muy difícil y llevar mucho tiempo de elaboración. El artista, para conseguir la madera, tuvo que adentrarse en el bosque y elegir una pieza de madera curvada de forma natural y de gran dureza de la parte inferior del tronco de un árbol para que resultara adecuada a esta obra de arte. Primero lo modeló y luego comenzó a tallarlo. Las cabezas de los animales parecen haber sido hechas por diferentes talladores de madera. Ninguna de ellas es iguala las demás. Dos de ellas también están adornadas con remaches de plata.
El carro
Este carro fue fabricado mucho antes de colocarse en la tumba, probablemente antes del año 800. Se compone de varias piezas de diferentes tipos de madera y podía ser desmontado para poder transportarlo. Seguramente era llevado por dos caballos, uno a cada lado de los ejes.
Llama la atención que en la parte posterior del carro está decorada con gatos. Sin duda, en nuestra mente aparece la imagen de Freya, diosa de la fertilidad, y su carro llevado por estos animales. En la parte delantera del carro de Oseberg aparece una figura masculina recostada sobre su espalda y siendo atacada por serpientes. Esta escena nos evoca a varios pasajes representados en la literatura medieval, y del destino de personajes como Ragnar Lodbrok, Gunar, Don Rodrigo… que sufrieron esta «experiencia». Para la sociedad vikinga, esta escena estaría cargada de simbolismo con bastante probabilidad, la pena es que hoy en día hay muchas cosas como ésta que no podemos conocer a ciencia cierta.
Los trineos
Además del carro, habían otros medios de transporte para el viaje al otro mundo de las difuntas. Se trata de tres trineos de madera con tallados muy elaborados donde no cabe duda de que el artista dedicó mucho tiempo y esfuerzo. Es una lástima que hoy por hoy no podamos disfrutar de los colores que decoraban estos tallados, que en su día fueron el rojo y el negro.
Elementos textiles del barco de Oseberg
En la excavación llevada a cabo para la tumba de Oseberg, se encontró un gran número de piezas textiles, diseñados para diferentes usos. Los tejidos varían mucho en cuanto a calidad, técnicas de tejido y materiales. Aquí encontramos sedas importadas, bordados con hilos de seda, tapices ornamentales, bandas de tabletas y telas de lana.
Las formas de diamante y de cruz son los elementos decorativos predominantes en estos tejidos.
Los tapices que comenté anteriormente, (decorando la cámara funeraria) representan una multitud de diferentes animales y personas, carros, casas y ornamentación geométrica decorativa. También se encontró un gran número de bandas tejidas en el montículo de Oseberg.
Podría estar toda la noche escribiendo sobre el Barco de Oseberg, sobre todo del tema textil, por lo interesante que es, pero lo dejaré para otra ocasión. Espero que os halláis dado una idea de la importancia de este descubrimiento arqueológico. Es clave en cuanto a las expresiones artísticas y las creencias de los vikingos más allá de la muerte. De esta forma podemos acercarnos más a esta civilización tan fascinante.
El barco de Gokstad
Este barco fue construido cerca del año 850, en el apogeo de la Era Vikinga. Se trata de un barco ligero encontrado en la granja que le da nombre, en Noruega. Fue diseñado para navegar en el mar y el material del que está hecho es madera de roble mayormente. Se encontraron restos de tejido cosido en lana con un diseño de franjas blancas y rojas que pudo ser la vela. También tenía un total de treinta y dos escudos en amarillo y negro. No se encontraron cabezas de dragón ni resto alguno que indicara que los extremos de los postes de proa y popa hubieran sido decorados.
En este barco se encontró el esqueleto de un hombre de entre cincuenta y setenta años.
Algunos de los objetos que se encontraron en esta tumba son:
- Tres barcos pequeños
- Una tienda
- Un trineo
- Equipamiento para un caballo
Sorprende que en esta nave no aparecieran armas, por lo que pudo haber sido profanado.
El barco de Tune
Esta nave fue construida en el año 900 aprox. en madera de roble y tiene espacio para 12 pares de remos, aunque estos no fueron enterrados con el barco. De esta forma, sabemos que en el barco habrían 24 remeros, el vigía y alguien al mando de la nave.
Lo más destacable de esta nave es su solidez: el mástil estaba unido al barco y poseía una gran vela que le permitía navegar con eficacia. El fin de esta nave era transportar personas y no carga, quizás objetos de poco peso como podían ser pieles u objetos de vidrio.
El barco de Tune se excavó cuando la arqueología todavía estaba en pañales, por lo que se realizó de forma rápida y brusca. Ésto no favoreció para su conservación y se encuentra algo deteriorado. Se perdieron y destruyeron numerosos objetos que conocemos gracias a las descripciones realizadas en el bitácora de la excavación.
Además de ésto, fue saqueada y solo se conservan restos de ofrendas. Debió pertenecer a un hombre poderoso de alto rango.
El barco se enterró en dirección sur, con musgo y ramas de avellano en su interior. La cámara fúnebre se encontraba en el centro del barco.
En la tumba se encontraron:
- Tres caballos (uno de ellos dentro del barco)
- Un dado
- Restos de una silla de montar
- Dos puntas de lanza
- Dos cuentas
- Restos de tejidos
- Partes de unos esquis
- Madera tallada de función deconocida
- El mango de una espada
- El centro de un escudo
- Algo que podría haber sido una cota de malla
Objetos encontrados en el Cementerio vikingo de Borre, Vestfold
Además de los barcos y artefactos comentados, hay otros objetos expuestos en este Museo de Barcos Vikingos. Uno de esos objetos es un arnés ricamente decorado, que se encontró en el Cementerio vikingo de Borre, en Vestfold.
Este cementerio forma parte del Parque Nacional de Borre. La formación de sus montículos funerarios hace que sea único en Escandinavia.
El estilo artístico registrado en los elementos encontrados en este cementerio, da el nombre al estilo Borre. Se trata de una etapa en el arte vikingo popular por sus líneas sinuosas y geométricas en formas zoomorfas de alta ornamentación.
El Buda-bøtteo o cubo de Buda
Entre la gran variedad de objetos domésticos y textiles, el entierro de Oseberg incluye un recipiente de madera de tejo y adornado con pequeños escudos, conocido como el Buda-bøtteo o cubo de Buda. Porta dos figuras que representan unos hombres sentados en la posición de Lotus, con los ojos cerrados y expresión pacífica.
El pecho está adornado con esmalte champlevé rojo y amarillo, mostrando cuatro esvásticas, una símbolo común en la tradición budista que representa buen augurio y fortuna.
Información del Museo de Barcos Vikingos de Oslo, Noruega (Vikingskipshuset)
En VisitOslo tenéis toda la información técnica que podáis necesitar de éste y otros lugares de interés.
Si te has quedado con ganas de saber más sobre los vikingos, puedes leer acerca del símbolo Vegvísir.
Fuentes consultadas:
- Graham Campbell, James. Viking Art. Thames & Hudson, world of art.
- Sturlusson, Snorri. Textos mitológicos de las Eddas, Libros de los malos tiempos, Miraguano Ediciones.
- Audio-guías del Museo de Barcos Vikingos de Oslo, Noruega (Vikingskipshuset).
- Textos del Museo de Barcos Vikingos de Oslo, Noruega (Vikingskipshuset).
- Wikipedia
Fotografías tomadas en el Museo de Barcos Vikingos de Oslo, Noruega (Vikingskipshuset) en febrero de 2017.
Soy Silvia, artista gráfica y textil. Me encanta la naturaleza y su lado más místico, lo que reflejo en mis obras. Otras de mis aficiones son leer, coser y el cine.